Itziar Miguel Barrio, de la Universidad de Burgos, obtuvo el primer premio 'Idea Empresarial' del Proyecto T-CUE por un Centro de Educación para la Salud
Tiene 24 años y después de estudiar Ingeniería Técnico Agrícola, cursó la Licenciatura de Tecnología de los Alimentos en la Universidad de Burgos. Itziar Miguel Barrio trabajó durante medio año en una empresa de dietética, donde descubrió ciertas deficiencias que la llevaron a imaginar su Centro de Educación para la Salud, una idea empresarial que presentó a la edición 2009 del Campus Emprende 2009 del Proyecto T-CUE y con la que ha conseguido el primer premio.
Pregunta. ¿Qué vio mejorable en la empresa de dietética ?
Respuesta. Lo que más me preocupaba era el trato con el cliente. A mí me decían "pasa consulta en cinco minutos, diez como mucho", un tiempo insuficiente para conocer los problemas de cada persona. Hay gente con patologías especiales que no se descubren en pocos minutos. Es necesario hablar tranquilamente con cada uno para saber si engorda por lo que ingiere, porque no hace deporte o simplemente porque tiene diabetes o el ácido úrico disparado y sigue tomando alimentos prohibidos porque desconoce la dieta adecuada.
P. ¿Qué más no le gustaba?
R. Estaba todo demasiado enfocado a la venta de productos, al final, éste era el objetivo principal: que compraran unas pastillas o un lote de infusiones. No me gusta cómo está enfocada la nutrición hoy en día; es muy comercial. Yo quiero un negocio, eso está claro, pero también se pueden obtener beneficios ofreciendo una atención completa y personalizada. Busco algo más que vender, me interesa el bienestar de las personas que acudan a mi consulta.
P. En esas carencias encontró la inspiración...
R. Sí, aunque amplío más el horizonte. La mayoría de las personas acudían a la consulta para perder peso, pero en mi Centro de Educación para la Salud el objetivo no es sólo adelgazar, sino aprender a comer y aprender a cuidarse. La seña de identidad del proyecto es el tratamiento personalizado de cada uno de los pacientes y el seguimiento constante, algo que va más allá de controlar su peso. Mi proyecto incluye medidas de bioimpedancia para conocer, por ejemplo, si el peso que está perdiendo esa persona lo adelgaza de grasa, y no de agua ni de músculo.
P. ¿Y la estructura del centro?
R. Lo concibo dividido en tres áreas: Dietética y Nutrición, Deporte y Formación. La parte deportiva aún no está perfilada, pero tengo claro que será más que un gimnasio. Me planteo contratar a un asesor que indique a cada paciente los ejercicios que más le convienen. Por ejemplo, a alguien que padezca obesidad no puedes decirle que salga a correr porque con su peso se destrozará los tobillos y las rodillas. Esa persona debe hacer bicicleta. En cuanto a la formación, mi idea es organizar cursos dirigidos sobre principios básicos de la nutrición: qué es una proteína, un hidrato de carbono; cómo combinar los alimentos, etcétera.
P. ¿Sabemos comer?R. Sabemos las claves de una almentación sana, pero nos cuesta ponerlas en práctica. La clave está en el equilibrio: comer de todo, sin abusar de nada, ni siquiera de la verdura, tan común en las dietas. También es importante distribuir la ingesta en cinco comidas diarias y el ejercicio, el que sea: caminar, bailar, aeróbic...lo importante es moverse.
R. ¿En qué punto se encuentra su proyecto?R. Ahora estoy con el plan de empresa para cuyo desarrollo cuento con el asesoramiento del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI). En ese documento trato de plasmar los recursos materiales, económicos y humanos que necesito para poner en marcha el Centro de Educación para la Salud y comprobar su viabilidad; en definitiva, un presupuesto para proponer a los apoyos que puedan surgir. Estoy en el principio del camino, de la noche a la mañana me he convertido en emprendedora, algo que ni siquiera me planteaba cuando empecé la carrera, así que estoy dando mis primeros pasos como empresaria.
Fuente: Elena Rodríguez Montes/DICYT