Bajo el interminable titulo de 'Efecto del acido oleico, un acido graso monoinsaturado de la familia N-), en la activación de los distintos tipos celulares' la doctorando Celia Carrillo Pérez, del Departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos, defenderá su tesis doctoral. Un estudio que alaba el uso del aceite de oliva y desmitifica algunos de los puntos negros que en el pasado se han etiquetado en torno a su uso. Esta investigación ha sido dirigida por las profesoras Sara Raquel Alonso de la Torre y Maria del Mar Cavia Camarero.
Según Celia Carrillo "un buen estado nutricional esta relacionado con la prevención de diversas enfermedades y dentro de los macronutrientes de la dieta, los lípidos cobran un papel destacado a este respecto". Durante anos estos lípidos han recibido la "etiqueta negra" de los nutrientes, atribuyéndolos un importante papel en el desarrollo de obesidad o incremento de riesgo de cáncer. Sin embargo, con este grupo, más que con ningún otro, hay que "personalizar" y distinguir entre los distintos miembros que componen esta gran familia, antes de aventurarse a lanzar generalizaciones. De este modo, las evidencias científicas muestran que no es tanto la cantidad, como la calidad de la grasa, la que resulta importante a la hora de modular los distintos procesos fisiológicos.
Numerosos estudios epidemiológicos relacionan el consumo de aceite de oliva con la prevención de determinadas patologías. Sin embargo, los mecanismos por los cuales ejerce sus efectos beneficiosos no están claros.
Dada la importancia de que cobra el acido oleico, un acido graso monoinsaturado de la familia ω-9, en la composición del aceite de oliva, principal grasa de consumo en los países mediterráneos, la Tesis Doctoral realizada por Celia Carrillo Pérez ha tenido como objetivo principal profundizar en algunos aspectos de la actuación intracelular de tal acido graso.
El trabajo se ha centrado en dos grandes bloques de patologías: enfermedades de base inflamatoria y cáncer. Los resultados de las investigaciones realizadas indican que el acido oleico activa distintos tipos celulares implicados en las patologías objeto de nuestro estudio. Tales resultados han sido perfectamente validados, trabajando siempre en comparación con ácidos grasos de otras familias, conocidos por su potencial proinflamatorio y carcinogénico. En cuanto a las células inmunocompetentes se refiere, el acido oleico, se postula como el menor activador de la respuesta celular, algo que hipotetizamos repercute en sus propiedades anti-inflamatorias. Del mismo modo, se ha demostrado que el acido oleico es capaz de bloquear la entrada capacitativa de calcio en células derivadas de carcinoma de colon, mecanismo estrechamente ligado a la
Proliferación celular y que ha permitido establecer esta como una de las posibles vías de actuación que se encuentran detrás de su potencial anti-tumoral.
A la vista de las conclusiones obtenidas, desde el Área de Nutrición y Bromatología de la UBU aconsejan el uso preferente de aceite de oliva frente a otros aceites de semillas, "elección con la que no solo se consiguen los efectos beneficiosos de dicho aceite, sino que se ayuda a mantener nuestras tradiciones y cultura culinaria, y se contribuye igualmente al desarrollo socioeconómico de nuestro país".
Fuente: Investigación - eccus