Uno de los capítulos analiza a los autores de las fotografías. En la imagen, el paseo de los Cubos con el cementerio al fondo, de Vadillo.
La imagen que permanece en los archivos de los primeros cien años de la historia de la fotografía retrata a un Burgos «de piedra y con las calles vacías», una ciudad de monumentos, de «aspecto decadente» y en cuyas instantáneas «se transmite la pobreza». Así se desprende del análisis de 30.000 fotografías realizadas en la provincia entre 1840 y 1940 y halladas en 26 archivos. Las imágenes han sido estudiadas por los once autores que firman el libro Un siglo de fotografía en Burgos y que ha sido publicado por la editorial Dossoles y la Universidad de Burgos.
En la mayoría de las instantáneas que se conservan en estos centros documentales «no salen personas, no se ve a los curas y los militares. No podemos, por tanto, estudiar costumbres, vestimentas o juegos populares», afirman los responsables de la publicación.
De su estudio se deduce que las fotografías que permanecen en los archivos son, en buena medida, imágenes documentales: «En más de la mitad de los casos se retratan monumentos, principalmente la Catedral, el monasterio de Las Huelgas y La Cartuja, y si hablamos de la provincia, el monasterio de Silos».
Otro dato curioso y significativo es el hecho de que en esas 30.000 instantáneas analizadas solo hay 1.500 retratos, que corresponden al rey Alfonso XIII, a varios ministros, distintos cargos militares, el presidente de la Segunda República Niceto Alcalá-Zamora y, sobre todo, el dictador Francisco Franco, que aparece en doscientas instantáneas.
Todos estos datos y algunos más son tratados a lo largo de la decena de capítulos que conforman la publicación. Se analiza la fotografía desde el punto de vista histórico, patrimonial y jurídico (el artículo lo firma Emilio de Domingo); los autores de las instantáneas (Virginia Aguilar y Lorena Busto); los lugares fotografiados (Miguel Moreno); quiénes salían en esas imágenes (Mario Cartelle); los orígenes del fotoperiodismo en la prensa burgalesa (Clara Sanz); el papel de la mujer en los escenarios teatrales de los años 30 (Fernando Melgosa); la fotografía como patrimonio industrial en las primeras décadas del siglo XX (Ana Peña); y hablando del futuro, Ignacio Álvarez analiza la influencia de la tecnología en la imagen y César Fidalgo se fija en internet.
Los autores pertenecen al área de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Burgos y al departamento de Ciencias Históricas y Geografía. Un siglo de la fotografía en Burgos (1840-1940) es el resultado de dos años de trabajo de investigación que todavía tiene que dar más frutos: «Ahora nos queda profundizar en la base de datos y ampliar las fechas de las fotografías», resumía ayer Ainara Miguel, coordinadora de la publicación.
Fuente: I.L.H / Burgos