Algunas compañías reconocen que hoy no serían líderes mundiales «sin la aportación» de los departamentos de investigación de la Universidad. Ayer se trató este binomio en un taller
El mercado es global, la competencia dura y la única forma de ser líder, sobrevivir y crecer es apuntalar el futuro sobre los departamentos de Investigación y Desarrollo. España ha dejado de ser el país del buzo y comienza a repuntar como un surtidor de patentes, pero aún así «el 60% de la investigación fundamental se desarrolla en las universidades, no en las empresas», tal y como explicó ayer en la UBU el subdirector de Transferencia y Valorización del Conocimiento del Ministerio de Ciencia e Innovación, José Luis Pérez Salinas.
Sobre cómo reforzar el binomio universidad-empresa, versó ayer el Taller que albergó la Facultad de Económicas y Empresariales al que asistieron tanto los responsables de esta parcela en la UBU, encabezados por el vicerrector de Investigación, Jordi Rovira, como los del Ministerio y la Junta de Castilla y León, agentes implicados en los programas destinados a incentivar la apuesta por la I+D+i. Junto a ellos, numerosos profesores-investigadores y representantes de este departamento de empresas punteras a nivel mundial y radicadas en Burgos.
El objetivo prioritario era el de dar a conocer los recursos públicos destinados a estrechar la relación entre unos y otros, como el Plan Innovación para la trasferencia del conocimiento que Pérez Salinas explicó detalladamente y que la propia ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, hará público en marzo. «Lo que perseguimos es que todos los proyectos de investigación que desarrollan nuestras universidades tengan un impacto sobre la mejora de la competitividad de las empresas», resumió el alto cargo ministerial.
Los ejemplos
Para lograrlo habrá que «superar las barreras y la falta de entendimiento», pero existe un aliado poderoso para lograrlo: «Universidades que, como las de Castilla y León, son muy activas en Investigación, y creación de parques tecnológicos como los que están desarrollando en Burgos tanto la Junta como la propia UBU». Algunos ya tienen camino andado y presentaron, acompañados por los equipos docentes que les asesoran, los proyectos ya materializados que les han llevado a ser referentes mundiales.
Wilco Verbeeten, responsable de I+D de Nicolás Correa, explicó que 42 de los 485 empleados de la empresa están ya integrados en su departamento, un grupo que «lleva años trabajando con la UBU, formando becarios que en no pocos casos se quedan a trabajar con nosotros y manteniendo dos proyectos de Investigación abiertos con la UBU y varias líneas de colaboración». En parte gracias a eso son número uno en Europa y se cuentan entre los cinco mayores productores mundiales de maquinaria pesada de producción. «La UBU nos ha ayudado a mejorar nuestras máquinas y siempre ha respondido a nuestras expectativas», añadió.
Otro caso ejemplar que se expuso fue el de NC Hyperbaric. Jesús Alegre, profesor del Grupo de Integridad Estructural de la UBU, consideró que el «éxito es que hace nueve años NC comenzó a fabricar maquinaria de altas presiones para industria alimentaria sin contar con tecnología previa; hoy es líder mundial». Gracias a eso, ellos pueden aplicar sus investigaciones y obtienen recursos para financiar la adquisición de nuevos equipos. Carolle Tornello, responsable de I+D de Hyperbaric, explicó que «nuestro negocio no hubiera podido desarrollarse sin la investigación que nos permita crear máquinas que trabajan en condiciones muy difíciles, y la colaboración en este campo es mayoritaria con la UBU».
Son ejemplos exitosos del camino que logrará la reconversión de nuestra industria a corto plazo, reto para el que las manos están tendidas.
Fuente: Diario de Burgos