Algunas fuentes etnográficas hablan de producción de alimentos más al sur de la isla Victoria en épocas muy tempranas.
Científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) concluyeron que los residuos de maíz encontrados en la zona de Meliquina (San Martín de los Andes) indican que se trata del registro no sólo prehispánico sino preincaico más austral del continente de distribución de ese cereal.
El hallazgo se produjo aún más al sur de los contextos conocidos hasta ahora de Chile, aunque los investigadores adelantan que algunas fuentes etnográficas hablan de producción de alimentos más al Sur, como la isla Victoria en épocas muy tempranas. Incluso hay registros arqueológicos en curso que podrían extender esta distribución aún más hacia el Sur.
La investigación se inició hace casi una década en el sector meridional del Parque Nacional Lanín y áreas circundantes. El equipo interdisciplinario fue liderado por el arqueólogo Alberto Pérez del Conicet y de la que participó Georgina Erra, doctora en Paleobotánica.
"Encontramos microrestos silíceos de origen vegetal correspondientes a maíz en residuos alimenticios adheridos a paredes internas de vasijas con dataciones que superan las actualmente conocidas a estas latitudes. Este hallazgo tal vez era difícil de pensar desde la construcción que tenemos de los pueblos originarios de la Patagonia, aunque hay desde hace un lustro nuevas líneas de investigación que comenzaron a debatir la construcción histórica de muchas característias de los pueblos originarios, arrastrada de los cronistas del siglo XIX. También de diversos contextos políticos nacionales que modelaron muchas de sus características en los registros históricos en el pasado", indicó Erra.
Explicó que los restos vegetales -entre los que se destaca el maíz- fueron hallados en buena parte de las vasijas analizadas, aunque enfatizó que lo más importante es que se hallaron en contextos datados hace aproximadamente 750 años antes del presente. Se trata de una fecha para la cual los registros previos hablaban de un límite hacia el sur de Mendoza para su producción y el norte de Neuquén para su acceso. "Están más vinculados a los contemporáneos y más cercanos centros de producción descritos para los valles de Lumaco y Purén, en el centro sur de Chile", indicó.
En este contexto, pidió "romper" con la idea de la cordillera como barrera. "Es el punto de partida para comenzar a no sorprendernos ante los hallazgos que describimos, ya que algunos son conocidos e incluso comunes en el registro trasncordillerano", dijo Erra.
Meliquina
El trabajo fue realizado por un amplio grupo, del que participaron alumnos de la Universidad de Buenos Aires, graduados de distintas disciplinas y los arqueólogos Daniel Batres y Marianella Biani como investigadores asociados permanentes. "El carácter interdisciplinario de una investigación de este tipo requiere especialistas con los que trabajamos. Entre ellos, geólogos como Charles Stern de Colorado University, Martín Giesso de Midwesthern University y Roberta De Santis de la Universidad de Roma, entre otros", destacó Erra. La investigación formó parte de un un proyecto más amplio de investigación bajo programa de reconocimiento institucional de equipos de investigación de la Universidad de Buenos Aires, con participación de la Universidad Maimónides de Argentina y colaboración de la Universidad de Burgos, España.
Desde 2009, el grupo contó con un lugar de trabajo en el Parque Nacional Lanín y recientemente en el Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria de la Municipalidad de San Martín de los Andes.
El hallazgo en Meliquina forma parte de muestreos que analizaron para ver si contaban con conservación de residuos para observar así el uso de la alfarería a escala más amplia o regional. "Los 14 fragmentos de cuerpo, cuello y bases seleccionadas mostraban sustancias adheridas en la cara interna, las cuales al ser analizadas bajo microscopio óptico a altos aumentos nos permitió caracterizar la presencia de las variedades de fitolitos característicos del maíz", explicó Erra
Fuente: La Mañana de Neuquen (Argentina)