En su discurso del acto de apertura del curso académico 2015-2016, el rector Alfonso Murillo ha pedido mejorar el sistema de financiación de las universidades, corregir las carencias que arrastra la UBU y buscar una solución a la lastrada situación que desde su creación padece nuestra institución. “En 21 años de existencia, (la UBU) no ha recibido ni un solo apoyo de discriminación positiva frente a la histórica posición que mantienen el resto de universidades públicas de la región”.
Acompañado del consejero de Educación, Fernando Rey, el rector puso en duda que la UBU haya sido debidamente correspondida en estos años conforme a su inquebrantable lealtad aprovechó la ocasión para solicitar nuevas titulaciones vinculadas a la rama de Ciencias de la Salud.
Murillo recordó que el presidente Herrera en su discurso de investidura aseguró que las universidades necesitan un nuevo modelo de financiación más ágil y eficaz, con un tramo competitivo vinculado a “objetivos en materia de docencia, investigación y transferencia del conocimiento”. “Perfecto, argumentó el rector, nada que objetar, si bien será preciso concretar porcentajes y criterios de reparto; no obstante, quiero recordar que el 26% del presupuesto de la Universidad de Burgos proviene de fondos privados y que sería muy oportuno que antes de poner en marcha un nuevo sistema de financiación se buscara una solución a la lastrada situación que desde su creación padece nuestra institución. Acepto -añadió- que es preciso financiar por objetivos, pero estarán conmigo en que no se puede partir en esa competición con evidentes desventajas, pues seguramente conducirían a un incremento progresivo de las diferencias dentro del sistema regional de universidades públicas”.
En este sentido recordó el famoso principio del jurista romano Ulpiano, quien en su definición de justicia incluyó el consabido principio: “suum quique tribuere” (dar a cada uno lo suyo). “Con esto no quiero romper el compromiso de lealtad institucional que adquirí en mi primera intervención como rector en junio de 2008, pero he de reconocer que a veces me invade la duda de si nuestra institución académica ha sido durante estos años debidamente correspondida conforme a nuestra inquebrantable y constante lealtad”.
A su juicio, si no se corrigen las carencias se puede dañar su calidad que ni la crisis, ni los recortes, ni la tasa de reposición han conseguido menoscabar.
Más titulaciones de Ciencias de la Salud
El rector manifestó que la Universidad de Burgos quiere avanzar en la dirección de implantar nuevas titulaciones vinculadas sobre todo a la rama de Ciencias de la Salud tras la puesta en marcha de la Facultad de Ciencias de la Salud. “solo el apoyo explícito del Gobierno Autonómico permitiendo la impartición de más titulaciones de esta rama de conocimiento, adaptadas al entorno socioeconómico burgalés, puede lograr que este gesto alcance expresión plena”.
Por otro lado, abogó por reorganizar las titulaciones impartidas en varias universidades, pero se mostró contrario a su supresión total de nuestro sistema universitario.
“Muchos –dijo- afirman que el estudio de estos títulos con una perspectiva utilitarista podrían considerarse inútiles, pero ello no es cierto; afirma Nuccio Ordine en su ensayo: “La utilidad de lo inútil”, que la lógica del beneficio ha producido efectos catastróficos en el mundo de la enseñanza debido, fundamentalmente, a que se prefiere la quantitas a la qualitas (la cantidad a la calidad). O dicho de otro modo, le incumbe a la enseñanza pública la delicada tarea de apartar al hombre de las miserias del utilitarismo y educarlo en la utilidad de lo inútil”.
El rector también se mostró contrario a la especialización de las universidades y explicó que la demanda de estudios universitarios es cíclica que existen titulaciones con un elevado índice de demanda durante unos años y sin solución de continuidad pasan a una escasez importante durante los siguientes, “de ahí que la especialización de las universidades en materia docente sea muy arriesgada, pues sería concentrar demasiados esfuerzos en unos pocos ámbitos con la más que probable inacción en periodos valle. A nivel nacional, y por supuesto en la Universidad de Burgos, los estudiantes de grado han modificado sus preferencias hacia las ramas de Ciencias de la Salud y las Ciencias Jurídico-Sociales, cayendo notablemente el peso de las ingenierías y arquitectura, en las que la crisis del sector de la construcción ha reducido drásticamente las expectativas de empleo de algunas de sus titulaciones”.
Para el rector, aunque la universidad tiene la obligación de colaborar en la inserción laboral, no está en sus manos solucionar la difícil situación de desempleo y, por ello, no es partidario de suprimir grados en los que el número de egresados sea superior a los que el mercado laboral pueda asumir.
Frente a quienes argumentan con visión catastrofista que existen demasiadas universidades, que no debería estudiar tanta gente una carrera, que los títulos ofertados no son útiles para las necesidades del tejido empresarial, que no se prepara bien para la inserción laboral, se refirió al último informe de CRUE, “La universidad española en cifras”, que pone de manifiesto que el sistema universitario español tiene actualmente un número de universidades acorde con el tamaño de la población a la que ofrece servicios de educación superior. “En España en este momento se imparten estudios superiores en 82 universidades, 50 públicas y 32 privadas. Si tomamos como referencia el sistema universitario más potente del mundo, EE.UU, vemos que tiene 847 instituciones que pueden denominarse universidades. En consecuencia, en EE.UU con 321,2 millones de habitantes hay una universidad por cada 379.220 habitantes y en España con 46,3 millones de habitantes, hay una universidad por cada 564.634 habitantes. Es decir, en nuestro país tenemos un número de universidades un 48% inferior a las que corresponderían si aplicásemos los parámetros de Estados Unidos. Además, tampoco tenemos un número excesivo de estudiantes universitarios; el acceso a los estudios superiores en España es equiparable al del conjunto de los países de la Unión Europea, en torno al 52%”.
En materia de investigación, subraya que pese a que los ingresos por investigación y transferencia tecnológica han retrocedido en los últimos años un 30%, que se han destinado menos recursos a las inversiones materiales, edificios, equipamientos e instalaciones, la Universidad de Burgos ha mejorado la productividad científica e investigadora, su calidad e impacto y pondrá en marcha en breve el nuevo Centro de Investigación en Biotecnología Alimentaria (CIBA).
Por último, recordó que la Universidad actúa como un potente agente dinamizador de la economía del entorno, motor de desarrollo y crecimiento económico de primera magnitud, y genera muchos puestos de trabajo, con personal altamente cualificado y es un factor estratégico importantísimo para el progreso social, el desarrollo económico y tecnológico. En este capítulo se refirió a la atracción de estudiantes procedentes de fuera que en el caso de la Universidad de Burgos es una cifra muy superior a la media nacional un 35%, así como al incremento del número de alumnos extranjeros.
Lección Inaugural
Tras la lectura de la Memoria del Curso Académico 2014-2015 a cargo del Secretario General de la Universidad de Burgos, Dr. José María García-Moreno Gonzalo, el Catedrático de Economía Aplicada Dr. Joaquín Antonio Pacheco Bonrostro, impartió la lección inaugural titulada “La Investigación Operativa: el papel de las matemáticas en la toma de decisiones. Aplicaciones sociales, humanitarias y sanitarias”
El conferenciante dio a conocer la Investigación Operativa, la especialidad donde desarrolla su actividad investigadora. Definió brevemente la disciplina y sus características, sus orígenes históricos y su desarrollo en España y trató algunos puntos de esta disciplina muy relevantes: la optimización heurística, la optimización multi-objetivo y las relaciones con la Minería de Datos y algunas de las aplicaciones prácticas y reales en los campos del transporte público, logística humanitaria, sanidad y bioinformática.
La investigación operativa, según Pacheco, es una disciplina que trata de dotar de rigor científico el proceso de toma de decisiones, aplica el método científico a la resolución de problemas reales y busca soluciones óptimas y eficientes. Para ello, se realiza una modelización o formulación matemática de los mismos y posteriormente se aplican técnicas de solución adecuadas. La herramienta fundamental del método científico son las Matemáticas.
Dos de las principales características de esta disciplina son la transversalidad y la interdisciplinariedad. Los equipos de investigación operativa cuentan no solo con matemáticos, sino además con economistas, informáticos, o ingenieros de diferente formación, además de expertos del problema real que se quiere resolver. Una disciplina eminentemente práctica, que se puede aplicar a diferentes campos, entre otros, destaca el transporte y rutas en todos sus variantes (público, privado, de personas, de mercancías, de residuos, trenes, aviones, vehículos terrestres, intermodal, etc.), logística, construcción de edificios, automoción, sanidad y medicina, biología, bioquímica, ingeniería industrial, educación, gestión aeroportuaria, planificación laboral, distribución energética y telecomunicaciones ...
Poniendo el ejemplo del sector de transportes –esgrimió- hay que indicar que en EEUU, Canadá y Europa, este sector funcionaría de forma muy distinta sin el uso de los métodos de investigación operativa que se aplican hoy en día. Las grandes compañías de aviación comercial utilizan las herramientas suministradas por esta disciplina para planificar y coordinar sus recursos, tales como tripulaciones, mantenimiento de los aviones, las escalas a realizar, la planificación de los vuelos, etc. Es evidente, pues, que las aplicaciones de la investigación operativa que se han realizado en el área de los transportes han tenido espectaculares repercusiones.
En definitiva, el profesor Pacheco llamó la atención sobre el carácter práctico de esta disciplina, su transversalidad y su potencial para ayudar a tomar decisiones que mejoran la vida de las personas, a través de diferentes enfoques, modelos y métodos.
Durante el acto de apertura del curso, la Universidad de Burgos entregó los diplomas a los premios extraordinarios del curso 2013-2014 (46 de primero y segundo ciclo y 15 de máster) y la imposición de las Medallas de Alfonso VIII, en la categoría de oro y plata, destinadas a los miembros del personal docente e investigador y del personal de administración y servicios de la Universidad de Burgos que han alcanzado la jubilación en servicio activo en la UBU, a las personas fallecidas y a quienes cumplieron 25 años de servicios prestados en la institución académica burgalesa.
En total, el Rector de la UBU impuso 25 medallas al PDI por sus 25 años de servicios prestados en la Universidad y 7 al PAS. Por Jubilación, 7 al PDI y 1 al PAS. Finalmente Murillo entregó una medalla a la viuda del profesor Juan Manuel de la Fuente Sabaté fallecido el año pasado.
Cerró el Acto el Coro de la Universidad de Burgos.