El curso One Asia Course - Burgos University 2020 se clausuró con la conferencia “One Asia Foundation-The World will be One” a cargo del Fundador OneAsia Foundation Yoji Sato.
Desde la declaración de crisis sanitaria, el curso One Asia Course - Burgos University 2020, convocado por el Vicerrectorado de Internacionalización, Movilidad y Cooperación a través del Centro de Lenguas Modernas y en colaboración con la Fundación de la Universidad de Burgos y la Fundación One Asia, se ha venido celebrando de forma online.
Yoji Sato comenzó su intervención explicando los orígenes de la Fundación, con solo dos universidades: “Nuestro propósito inicial era contribuir a la creación de la comunidad asiática, sin discriminar por etnias, nacionalidades, religiones o signo político”.
En la actualidad participan universidades de toda Asia, incluida Asia Central, y de países como Australia, Nueva Zelanda, América, México, Reino Unido, Francia, Irlanda, Italia, España, Alemania, Austria, Polonia, Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Eslovenia, Lituania, Turquía, Egipto, Congo…
“Aunque empezamos como una comunidad asiática, queremos convertirnos en una comunidad global, nuestro objetivo final es ayudar a crear un mundo pacífico donde las personas de todo el mundo se ayuden mutuamente”. Aventuró una futura comunidad eurásica que abarque Asia, Oriente Medio y Europa, que incluirá el 70% de los mercados mundiales sin conflictos. Tras expresar este deseo, afirmó que, sin embargo, "el mundo real dista mucho de este objetivo" y repasó los numerosos conflictos que asolan el mundo desde la segunda guerra mundial. “No hacemos más que repetir guerras y disputas estúpidas y vosotros, la juventud, los estudiantes, debéis marcaros el objetivo de cambiar esto en el futuro”.
La desigualdad fue señalada por Sato como principal causa de estos conflictos. “Además de las guerras reales, actualmente tenemos las guerras económicas. El dinero fluye libremente alrededor del mundo, todo está sujeto a especulación, en un sistema económico capitalista, quiebra de empresas y desempleo de trabajadores”. Como ejemplo de desigualdad citó a Estados Unidos, “donde los ricos poseen el 90% de la riqueza y a la vez 50 millones de personas reciben cupones de alimentos”.
Definió los que, a su juicio, son los tres principios impulsores de esta desigualdad: el egocentrismo, el individualismo de las personas a la hora de tomar decisiones; los grandes colectivos empresariales que buscan su crecimiento; y el ego de los países, manifestado por el comportamiento de sus líderes.
“Sin embargo, todos pertenecemos a la raza humana, cuyo futuro descansa sobre sus hombros” - afirmó dirigiéndose al público universitario – “apartando ese ego o al menos siendo conscientes de él”
Según este profesor, hay 30 millones de tipos de organismos en este planeta, el Homo Sapiens es uno de ellos, pero es el único que construye un ego, aunque nace sin él.
A continuación, detalló una serie de experimentos que demuestran que la igualdad elimina conflictos, la renta básica universal, e ideas como el blockchain, una tecnología que transformará el mundo en los próximos 10 años y democratizará la generación de riqueza; y que brinda a muchas personas la oportunidad de participar en la actividad económica. “Pese a todo no se puede negar que habrá conflicto o contradicción para todos los temas, como la brecha entre ricos y pobres”, manifestó.
“El objetivo final de la humanidad, a través de la ciencia, la religión… es la búsqueda de la verdad y estamos a medio camino, cuando lo logremos solucionaremos todos los conflictos”, concluyó.
Todas las conferencias y materiales del curso son de acceso libre.