Antonio Muñoz Sánchez, comisario de la exposición “Rotspanier. Rojos españoles. Los trabajadores forzosos españoles, víctimas olvidadas del nazismo”, instalada en el espacio Ágora de la UBU (antigua capilla del Hospital Militar), impartió la conferencia "Los trabajadores forzados burgaleses y castellanos de la Alemania nazi". La conferencia está disponible en el canal de YouTube de la Universidad de Burgos.
En la presentación de la ponencia, Delfín Ortega Sánchez, vicerrector de Responsabilidad Social, Cultura y Deporte, aseguró que “la historia no es solo un registro del pasado, sino una herramienta vital para comprender el presente y forjar un futuro mejor. El trabajo del doctor Muñoz es un claro ejemplo del tipo de investigación que aspiramos a promover, ya que sus estudios no solo aportan conocimiento académico, sino que también ofrecen perspectivas esenciales para entender los desafíos y retos de nuestra democracia contemporánea”.
Además, recalcó que la Universidad de Burgos no solo está comprometida con el conocimiento y la investigación, sino con los principios de libertad, justicia y respeto por los derechos humanos, “pilares en los que reside la sociedad democrática”
Tanto la conferencia como la exposición están promovidas por la Cátedra de Memoria Histórica y Democrática "Eduardo de Ontañón" de la Universidad de Burgos, con la colaboración del Vicerrectorado.
El director de la Cátedra, Ignacio Fernández de Mata, puso en valor la intensa actividad de una Cátedra “firmemente comprometida con el avance del conocimiento científico y social sobre nuestros pasados traumáticos, desarrollando una importante actividad investigadora y divulgativa, vinculada al impulso de la memoria democrática y los derechos humanos”. Para respaldar esta afirmación informó de como, en los últimos meses, se ha concluido el proyecto de investigación sobre lugares de memoria de Castilla y León y otro relativo al censo de víctimas asociadas a las fosas comunes de la región, coordinados ambos desde la Universidad de Burgos, en el que han participado las universidades públicas de la región. Además, la Cátedra ha participado en congresos nacionales e internacionales, iniciado el catálogo de vestigios franquistas en la provincia de Burgos y recibido dos nuevos proyectos de investigación, uno sobre mapas de fosas y lugares de memoria, financiado por la Junta de Castilla y León; y otro sobre la represión de las mujeres en la provincia de Burgos, financiado por el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática.
Tras la presentación, el ponente abordó una conferencia que centró en aquellos que “estuvieron cerca de la historia con mayúsculas, pero que hasta ahora no han tenido relevancia”.
Muñoz comenzó planteando el contexto histórico de un régimen nazi que recurrió masivamente a trabajadores extranjeros para sostener su economía. Con gran parte de la población masculina en el frente, todos los sectores de la economía alemana se beneficiaron del trabajo forzado, desde la agricultura hasta - sobre todo - la industria, pero también la administración. Además, planteó la complejidad del fenómeno, en el que trabajadores del este, como los polacos y los eslavos en general, vivían en un régimen de apartheid, mientras que los de otros países europeos eran tratados casi en igualdad de condiciones que los trabajadores alemanes.
Centrado en los españoles que vivieron esta situación, el conferenciante explicó como, tras la victoria de los sublevados en la guerra civil, los republicanos exiliados en Francia al estallar la segunda guerra mundial tuvieron que elegir entre combatir a los alemanes o ponerse al servicio de la economía francesa. Tras la derrota de Francia, unos 7.000 de estos Rotspanier acabaron el Campo de concentración de Mauthausen y a partir del año 42 fueron empleados como mano de obra forzada y otros miles acabaron trabajando en las colonias francesas en África.
A lo largo de su exposición, el investigador aportó, no solo datos numéricos, sino que puso nombres y apellidos a estos españoles, varios de Burgos y provincia, que fueron forzados a trabajar en obras como La línea Maginot francesa, el Muro Atlántico alemán, las rampas de lanzamiento de los cohetes V1, la construcción de bases de submarinos o un ferrocarril en el Sahara.
Tras la II Guerra Mundial, este colectivo de trabajadores forzosos desapareció de la agenda política y de la memoria colectiva. Como ejemplo, no fue hasta los años 70 cuando estos españoles fueron reconocidos por la República Federal de Alemania como víctimas del nazismo y el primer estudio sobre el trabajo forzado en la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial es del año 1985. Es ya en los 90 y primeros 2000 cuando hay un cambio radical en la opinión pública y comienzan los actos de homenaje.
El trabajo de investigación desarrollado por Antonio Muñoz Sánchez, junto con su colega alemán Peter Gaida, para reunir los datos de estas víctimas del nazismo también fue detallado durante la conferencia. Esas investigaciones son el germen de esta exposición creada con la ayuda de los descendientes que aquellos trabajadores forzados que viven en Burdeos, agrupados en la Asociación Ay Carmela y la financiación de la fundación alemana EVZ.
La muestra, en francés, alemán y español, ha recorrido Francia y Alemania y tras un periplo por Cataluña, Andalucía, Zamora, Santander o Avilés, recala en Burgos hasta el próximo 9 de febrero, donde podrá visitarse en el Ágora de la Universidad de Burgos (antigua capilla del Hospital Militar).