Más de 40 personas participaron en la actividad “Paseos por Burgos: Historia y patrimonio con gafas violeta”, organizada por la Unidad de Igualdad de Oportunidades y el Programa de Acercamiento Intergeneracional con la financiación de la Junta de Castilla y León y el Pacto de Estado contra la violencia de género.
Durante dos horas la doctora en Humanidades y Comunicación, Silvia Arribas, mostró a los participantes la ciudad de Burgos desde la perspectiva de género, aportando una visión feminista del patrimonio. El grupo visitó espacios que han sido relevantes para las mujeres de la ciudad y reflexionó sobre la relación entre las mujeres y el patrimonio, con especial atención al callejero de la ciudad.
El paseo comenzó en el conjunto escultórico del hombre y el niño instalado en el Paseo de la Evolución Humana que sirvió como pretexto para reflexionar y hacer una crítica sobre la invisibilidad de la mujer a lo largo de la Historia, se habló también de Patriarcado, de violencia simbólica y de la necesidad de reescribir la Historia sin androcentrismo.
El recorrido continuó en la Plaza de Santa Teresa donde, como no podía ser otro modo, se abordó la figura de la religiosa y de otra mujer valorada en su tiempo y en la actualidad: la reina católica Isabel I. Seguidamente, se desplazaron a la plaza de San Juan y recordaron a Constanza de Borgoña, la responsable de traer a San Lesmes a Burgos.
Desde la plaza de la Libertad recordaron el mecenazgo de las artes y las letras de Mencía de Mendoza, quien levantó la casa del Cordón entre 1476 y 1482, para sustituir al antiguo palacio de los Velasco, y también la vida de las burgalesas en la posguerra.
Ya en la Plaza Mayor recordaron a las tenderas que durante siglos llevaron a cabo su labor en el Mercado Menor con un relato de escritora burgalesa María Cruz Ebro. El camino continuó en las inmediaciones de la catedral con especial mención a Beatriz de Suabia, reina consorte de Castilla y de León entre 1220 y 1235, e Isabel de Basilea, la primera de las mujeres que según los registros que se conservan, se dedicaba al arte tipográfico en España, heredera de su padre, el alemán Fadrique de Basilea.
Frente al arco San María hablaron de Doña Jimena, sus hijas y del Refugio Nacional ubicado en el paseo del Espolón durante la Guerra Civil y bajo la total responsabilidad de las mujeres.
El paseo finalizó en el Instituto López de Mendoza para recordar a maestras ilustres como María Amigo, culminando en la antigua estación de trenes in memoriam de Rosa de Lima Manzano.