La máquina, de 125 cc, ha sido diseñada y construida por 9 alumnos de tercero de Ingeniería Técnica Industrial Mecánica
Tras año y medio de estudios, pruebas e incontables horas de taller, la moto de carreras de la UBU, diseñada y construida por nueve alumnos de Ingeniería Técnica Industrial Mecánica como proyecto fin de carrera , ya está preparada para demostrar sobre la pista su velocidad, manejabilidad y seguridad. La cita será este fin de semana en la Ciudad de Motor de Aragón, el circuito de Alcañiz, donde hace escasas fechas se celebró el Gran Premio de Aragón Moto GP.
No estarán solos. Sobre el asfalto correrá también la veintena de motos de otras tantas universidades nacionales e internacionales que compiten en la prueba de MotoStudent, promovida por la Fundación Moto Engineering Fundation, la Universidad de Zaragoza y marcas de renombre en la competición sobre dos ruedas como Gas Gas.
El equipo burgalés está integrado por Roberto García, Eduardo Guerrero, Abraham Gómez, Éder Gutiérrez, Julio A. Pablo Hernando, Carlos Pampliega, Laura Sagredo, David Santamaría y J. Manuel S. Salvador. El profesor de la Escuela Politécnica Superior Pedro Miguel Bravo ejerce de director del proyecto.
La moto fue presentada ayer en la sede del principal patrocinador, Cajacírculo, que aporta 8.000 euros de los 12.000 en los que se ha presupuestado este proyecto. De color rojo, la máquina está impulsada por un motor de dos tiempos y una cilindrada de 125 cc. El chasis, el basculante, la suspensión, el airbox, el carenado se ha fabricado en Burgos, el resto, se ha adquirido en el mercado.
En Alcañiz no solo competirá en la pista, primero deberá pasar unos test de seguridad y funcionamiento en parque cerrado y un examen estético, técnico y económico. Superadas estas dos fases, se entra a la tercera, en la que el prototipo se someterá a pruebas de banco y deberá superar los condicionantes mínimos de frenada, máximos de emisiones contaminantes y de resistencia de chasis. El último paso queda en manos de un probador experto, que competirá en circuito con el resto de prototipos.
La motos no solo deben correr sino que también deberán ser rentables, por lo que sus constructores han diseñado un plan de fabricación en serie que partirá de la premisa de una producción de 500 motos anuales con un presupuesto de 4.500 euros unidad.
El premio final a los ganadores serán 6.000 euros y, muy especialmente, un periodo de seis meses de prácticas en una empresa dedicada al diseño de motos, el paraíso para estos intrépidos ingenieros. La carrera, reconocen los alumnos, es difícil pero no imposible.
Fuente: Diario de Burgos