El equipo de José Miguel Carretero estudia el enterramiento de un esqueleto de entre 12.000 y 13.000 años encontrado en El Mirón y cuyos huesos aparecieron cubiertos de ocre
Un equipo del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos, capitaneado por José Miguel Carretero, ha iniciado el estudio anatómico de los restos de un Homo sapiens, de entre 12.000 y 13.000 años de antigüedad, encontrado en un enterramiento del Paleolítico Inferior en la Cueva de El Mirón (Cantabria). El objetivo de los investigadores será determinar su sexo, edad concreta, enfermedades que pudo padecer o datos sobre su modo de vida.
La importancia de la investigación radica en que la escasez de restos humanos de esta época, el Magdaleniense Inferior, y porque podría tratarse del primer enterramiento Paleolítico de la Península Ibérica. También se aspira a descubrir datos sobre el ritual funerario debido a que los huesos están cubiertos y pintados de ocre.
De este modo, la Universidad de Burgos colaborará con el Instituto de Investigaciones Prehistórica de la Universidad de Cantabria, que dirige Manuel González Morales, que recientemente visitó los yacimientos de Atapuerca para conocer el trabajo que se realiza en las excavaciones.
El catedrático subrayó la importancia de la colaboración con la Universidad de Burgos para hacer el estudio anatómico del esqueleto Magdaleniense. «Es un ejemplo excepcional porque será el único esqueleto de esta época y conocer sus particularidades anatómicas es fundamental. Lamentablemente falta el cráneo, pero está la mandíbula. El material genético lo ha estudiado Svante Pääbo, del Instituto Max Planck porque sabemos muy poco de la genética de los individuos del Paleolítico Superior, casi se sabe más de los neandertales».
Tras 15 años de excavaciones en la Cueva del Mirón, los restos humanos aparecieron en la campaña del año pasado y fue una gran sorpresa para los investigadores al encontrar una tibia, la mandíbula completa, huesos postcraneales, vértebras, costillas, fragmentos de los huesos de la mano y del pie. Al parecer, se produjo una recogida de los restos humanos y posteriormente fueron depositados allí y recubiertos con ocre.
Por su parte, el profesor de la UBU y miembro del equipo de investigación de Atapuerca, José Miguel Carretero, explicó que el estudio durará por lo menos un año. «Hasta ahora solo hemos un análisis preliminar para ver el estado de los restos, saber cuántos hay y si pertenecen a más de un individuo, algo en lo que tenemos que profundizar. El objetivo es hacer el estudio antropológico más completo que podamos también haremos tomografías y reconstruiremos algunos de los huesos incompletos. También estudiaremos cuestiones relacionadas con la biomecánica haciendo secciones de los huesos largos», apuntó
Carretero aseguró que el periodo Magdaleniense es un momento muy interesante de la Prehistoria al haber pocos restos. «No hay enterramientos que se conozcan de este momento y tiene un interés arqueológico y antropológico. También serán interesantes los estudios de ADN para conocer las poblaciones del Paleolítico Superior, su evolución y sus migraciones. Es un trabajo que está muy bien y esperamos sacarle el mejor partido posible», sentenció.
El Laboratorio de Evolución Humana de la UBU dispone de la tecnología más avanzadas para hacer tomografías de los fósiles y repoducciones en tres dimensiones que permiten su estudio en profundidad.
Fuente: Diario de Burgos